jueves, 23 de septiembre de 2010

Compota natural de manzana - I Etapa


Hola, aquí estamos de nuevo; esta vez para contarte cómo preparo la Compota de Manzana para Julieta.

Recordemos que siguiendo la recomendación de su pediatra, no le ofrecemos nada con azúcar, ni miel. Y explicó: "La fruta ya trae su dulce natural. Ya vendrán momentos en su vida en que no podrás evitar el consumo de azúcar. Por ahora, ¡nada de Azúcar"!
Al principio pensé: ¡"Pobrecita mi chiquitica, que no puede probar el rico sabor del dulce"! Pero cuando preparé su primera compota, pude constatar que después de todo, ¡el pediatra tenía razón! Es increíble cómo el dulce natural de la fruta es más que suficiente para que sea agradable la compota. No olvides visitar los links informativos que presento al final de mi explicación:

Bien, ahora a la preparación:

1.  Toma una manzana que esté en buen estado.

2.  Debes asegurarte que no tenga áreas en proceso de descomposición. Mientras más madura esté, o mientras esté en proceso ya de descomposición, el sabor no será igual de rico y habrá perdido algunas de sus propiedades.

3.  Lava muy bien la fruta y sécala.

4.  Antes de retirar la piel, yo la corto en 4 partes y después, cada una de ellas por la mitad. Así es más fácil retirar la piel y la parte central donde están las semillas.

Si eres como yo, no tendrás mucho desperdicio, porque a mí me encanta comerme la piel que le retiro a la manzana. Es cuestión de gustos :-), pero también es que tú como mamá, también necesitas cuidarte. En la piel de la fruta se concentran aún más todas sus bondades. Al bebé no conviene dársela, pues no tiene capacidad para triturarla lo suficiente.

5.  Mientras estás pelando la manzana, pon a hervir un poco de agua, suficiente para cubrir los trozos de manzana. Agrega a esta agua un par de gotas de escencia de vainilla.

6.  Una vez retirada la piel, corta en dos o tres pedazos cada una de estas porciones y las introduces en el agua hirviendo. Deja hervir la fruta por unos 4 ó 5 minutos.

7.  Apaga el fuego y deja la olla allí, sobre la hornilla, bien tapada.

8.  Cuando haya refrescado un poco el contenido de la olla, puedes proceder a licuar la fruta.

9.  Para ello, retira con una cuchara la fruta de la olla, con muy poco del líquido y colócala en el recipiente para licuar (puedes usar una licuadora convencional, o estos aparaticos nuevos verticales, que licúan muy bien los alimentos).

Yo utilizo uno de estos y me va muy bien. Recuerda usar muy poca del agua, porque no quieres un jugo de manzana, sino una consistencia blanda, más bien cremosa. Siempre podrás agregar una cucharadita más, si sientes que hace falta.
La compota resulta una merienda ideal para después de la siesta de la mañana y de la tarde!


¡A tu bebé le va a encantar!
Y tú vas a disfrutar mucho la sensación de que se está alimentando sanamente con algo hecho con mucho amor por ti, libre de aditivos químicos, libre de azúcares dañinos y libre de harinas y sémolas.



NOTA CURIOSA: algo nuevo que aprendí, estudiando las propiedades de las frutas, es que la semilla de la manzana, en combinación con los jugos gástricos, produce cierto grado de cianuro, por lo que hay que evitar triturarlas junto con la pulpa, debido a su toxicidad.


Enlaces interesantes!!
- Toxicidad de la semilla de manzana
- Beneficios de la vainilla


jueves, 16 de septiembre de 2010

¿Cómo corto la cebolla?

Muchas mamás desconocemos las formas correctas de cocinar y muchas veces improvisamos con resultados muy exitosos!!!
Aún así les ofrezco una serie de videos que iré publicando continuamente con tips acerca de cómo cocinar.
En esta oportunidad recupero un video de YouTube, creado por Cocineros de Verdad. Todos los videos publicados en Pollitoingles o en las Recetas de la Abuela de PollitoIngles los pueden encontrar en PollitoInglesVideos:

Alimentación y Hábitos

Algunos especialistas sostienen que no es necesario someter al bebé a horarios y rutinas... Otros opinan, por el contrario, que mientras más estructurado sean los días del bebé mucho mejor para él y para la mamá o persona encargada de sus cuidados.
Yo pienso que "ni tan calvo, ni con dos pelucas", como decimos por aquí en Venezuela. Durante los 40 años de experiencia que he tenido en ambientes de cuidados infantiles, puedo decir que el no establecer rutinas y dejar que el niño crezca en un ambiente "laisser faire", sin límites, ni un mínimo de organización, lo hace crecer inseguro de sí mismo. Mientras que, estableciendo algo de estructura, bien planificada y siguiendo algunas normas muy sencillas, impuestas con amor, el niño crece sintiéndose atendido, sabiéndose amado y protegido, elementos fundamentales para abonar el terreno en el que la personalidad del niño se desarrollará sanamente y con un mayor grado de felicidad.

Un buen momento para comenzar a crear hábitos y seguir normas, es justamente el momento en que tu bebé comienza a alimentarse con sólidos. Las recomendaciones del pediatra van en ese sentido: "la sopa siempre con cuchara" ya implica la creación de un hábito, un primer paso hacia su independencia. Por cierto, que es una excelente idea darle al bebé una cuchara, mientras le damos la sopa. Poco a poco irá intentando llevarse el alimento a la boca por sí mismo. Yo agregaría que es buena idea, desde un principio, que el momento de la alimentación sea siempre en la mesa. Puede ser su silla alta, colocada en la misma mesa de la familia. Con esto evitaremos más adelante andar correteando al niño por toda la casa para que tome su alimento.


No debemos forzar al bebé a comer si ya no quiere más. Él o ella nos hará saber de alguna manera que ya está satisfecho, o que simplemente no quiere comer. Allí debemos parar, sin mayores insistencias, pues no hay mejor manera de lograr un rechazo a la alimentación que forzar a un niño a comer.
Es todo por los momentos. Poco a poco iré agregando más ideas y sugerencias en torno a los hábitos y la rutina de tu bebé.
No olvides que todo lo que hagas por tu bebé con amor, redundará en beneficios para los dos.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Crema de Auyama (I etapa)


Aprendí que "sin sal" no quiere decir "maluco o desagradable". Los aliños naturales y las hierbas, resaltan el sabor de los alimentos, y además son ricos en vitaminas y otras propiedades, como digestivas y antiflatulentas. (Ver links sugeridos al final de esta receta)


CREMA DE AUYAMA

Ingredientes:
Agua hervida
Unos 4 ó 5 dados de auyama
unas hojas de cilantro
un trozo de cebolla
1 diente de ajo
unas hojitas de hierbabuena

Procedimiento:

1) Poner a hervir agua suficiente para cubrir la auyama. Introducir la cebolla y el ajo.

2) Mientras esto hierve, pelar la verdura y cortar en dados de unos 2 cm aproximadamente. Cuando el agua esté hirviendo, introducir la auyama picada y dejar hervir.

3) Cuando ya haya ablandado bien la verdura, agregar las hierbas, y dejar cocinar por 1 ó 2 minutos más. Apagar el fuego y dejar reposar un poco.

4) Licuar con poco líquido, ir agregando más líquido si hace falta, hasta obtener la consistencia deseada.

Es importante no agregar todo el líquido desde el principio, ya que vamos a darle al bebé la crema con una cuchara, y no en un tetero o biberón.
La idea es iniciar al bebé en el camino hacia el comer independientemente, lo cual posiblemente no se dé hasta después de cumplir el año o año y medio (o más tarde inclusive).
Al principio, tu bebé comerá muy poco. Es posible que te ponga mala cara, porque estás introduciendo un sabor que le es desconocido y un elemento diferente al biberón o tetero. Debes tener paciencia y seguir probando. Si lo rechaza totalmente, no insistas y prueba varios días después. Incluso, puedes agregar un poquito de su leche a esta crema, para irlo acostumbrando al nuevo sabor. Pero también puede suceder, que desde el primer intento, ya le guste mucho su sopita y se alegre al ver tu cara de satisfacción.
No debes introducir ningún otro alimento nuevo, hasta asegurarte de que tu bebé no presentó ningún síntoma de alergia (al menos por dos días). Si introduces varias cosas a la vez, te será difícil saber cuál de ellas produjo alguna reacción.

Otro asunto que debes tomar en cuenta, es el almacenaje de estos alimentos. Procura tener envases exclusivos para la comida de tu bebé. Lavarlos muy bien y pasarlos por agua hirviendo, para evitar contaminaciones. Mientras se enfría la sopita, debes mantenerla ligeramente tapada, pero al guardarla en el refrigerador, asegúrate de tapar el envase herméticamente. No debes guardar estas sopas por más de dos días en la nevera.

Todo lo arriba descrito funciona mucho mejor si lo haces con mucho AMOR, que es la mejor fórmula en todo lo que hagas por tu bebé. Así, no sólo alimentas su cuerpo, sino que alimentas una personalidad más sana.

Suerte!!!

Auyama (Zapallo o Calabaza)

Cilantro (Culantro)

Hierbabuena (Menta Verde)

Ajo y cebolla

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Los primeros alimentos sólidos


Cuando Julieta andaba por los 4 ó 5 meses, ya mostraba interés por los alimentos que comíamos los adultos a su alrededor. Se le hacía agua la boquita y trataba de alcanzar lo que nos llevábamos a la boca.

Al consultar con su pediatra, nos dijo que mientras estuviese alimentándose con leche materna, no haría falta ningún otro alimento. "Es preferible esperar". Preguntamos varias veces, y su respuesta siempre fue la misma: "Hay que esperar un poco más".

Finalmente, cuando cumplió los 6 meses, logramos el ansiado permiso: "Está bien, vamos a comenzar poco a poco" y nos dio instrucciones muy específicas de lo que sí se le podía dar: "Introducir primero sólo frutas blancas: manzana, pera, cambur. Y en cuanto a los vegetales, comenzar a introducir primero, solamente auyama, zanahoria y apio".

Además de esta lista, también nos indicó cómo debíamos proceder: "Probar darle un alimento nuevo cada vez, por dos o tres días, siempre con cuchara; y estar atentos a cualquier manifestación de alergias, en la piel, en las heces, en su respiración, etc."

Por último, pero muy importante, sentenció: "NADA DE AZÚCAR Y NADA DE SAL!" "Utilizar sólo aliños naturales: cebolla, ajo, perejil, cilantro, hierbabuena..."

En la próxima entrega, te contaré cómo procedí a preparar estos alimentos.